lunes, 24 de julio de 2017

Espectáculo en Bronchales.


Domingo, 16 de julio 2017. 4:30 h suena el despertador. Xeni y Nico, que son los que van de Valencia a Bronchales, están en pie para desayunar fuerte, porque lo que les espera en Bronchales es un gran día de MTB.
Allí ya están desde viernes Rado y Tere (su gran apoyo) José y Sonia, Rafa, Ana y los nanos, Edu y nuestros másters Salobre y Ramón.


Llegamos a Bronchales a las 8 recogemos los dorsales y vamos a la línea de salida sin apenas calentar. Sin saber cómo, Rado y Nico se ponen en primera línea junto a los gallos.
Después de la traca salimos a fuego junto a los gallos (que bien se rueda junto a ellos) poco a poco se pierde rueda primero Nico y después Rado. Rafa está muy fuerte y tarda bien poco en ponerse delante y volar (llegó a estar top 10).



Buena prueba para todos, tocando podio y pasándolo muy muy bien.

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Si quieres ver más fotos de la marcha, las tienes en la galería.


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Crónica de Nico Herciu

miércoles, 19 de julio de 2017

Los de la Cruz del Picayo


Otro sábado más nos dimos cita a las 8:00 y, como siempre, el punto de quedada fue el carril bici de la Vía Verde Xurra donde acudimos los compis Ángel, Martín, Luis, Eusebio,un servidor (Gerard) y esta vez acompañados por el amigo Manuel (de Montserrat)
El día empezó con buen Sol y el calor empezaba a notarse.
Cogimos la Vía Verde Xurra a buen ritmo hasta Puçol, para seguir por el cami de Lliria hasta el desvío que nos llevaría a las antenas.
Empezamos por subidas suaves y asfaltadas ,hasta que giramos y llegamos a una de las rampas con bastante desnivel.


Luis y Manuel cogieron buen ritmo hasta que nos dejaron atrás...
Nos quedamos Ángel, Martín, Eusebio y yo, hasta la parte final del asfalto, donde Luis y Manuel nos esperaban.
Una vez nos reagrupamos todos, seguimos subiendo, cada uno a su ritmo, hasta llegar al cruce de la subida a las antenas de Picayo
Mientras subíamos,nos cruzamos a Rafa y Walter bajando de las antenas. Ellos siguieron de regreso a Valencia, nosotros hasta nuestro objetivo.
Ya hacia bastante calor y decidimos subir hasta las antenas. Se hizo bastante dura la subida con estas altas temperaturas. Como siempre,nos hicimos las fotos desde la cruz: -Ángel, Luis, Manuel y Gerard.


La bajada se hizo bastante rápida,y decidimos ir a Gilet para reponer fuerzas y sobretodo para rehidratarnos.
Una vez recuperados, decidimos volver por el Monasterio de Santo Espíritu y la Gossera hasta Valencia.
Sufrimos por el calor, pero fue una buena salida con risas y buen rollo como siempre.
Gracias a los compis por ese día.
Nos vemos en la siguiente ruta.
¡¡Hasta pronto!!

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El resto de fotos de la salida, las tienes en la galería.
Aquí os dejamos el vídeo resumen de Gerard



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Crónica de Gerard

jueves, 13 de julio de 2017

Por la 'font del Poll'


Un día más, quedamos en el carril bici de la Vía Verde Xurra a las 7:30, para evitar algo del calor que se venía anunciando
Nos reunimos Rafa, Walter, Ángel, Martín, Miguel Ángel, Adolfo, Luis y un servidor (Gerard).
Empezamos a rodar con tranquilidad, con la vista puesta en PortaCoeli. Fuimos por la ruta de siempre: barranco del Carraixet, carretera muy poco transitada, los toboganes (donde ubican las colmenas), hasta llegar a Portacoeli.
Desde ahí,hicimos una breve parada para refrescarnos en la fuente.
Decidimos ir a Nàquera para hacer la parada del almuerzo.
Una vez finalizado, subimos por la carretera hacia el Oronet hasta llegar al cruce que nos llevaría por una carretera con bastante desnivel y coger la pista hacia la font del Poll.
Se hizo bastante dura la subida, ya que las temperaturas eran bastantes altas.


Una bonita subida con unas vistas espectaculares y el premio de llegar a la font del Poll, poder refrescarnos y ver esos paisajes desde ese punto.
Una vez recuperados y refrescados, seguimos subiendo hasta el cruce del mirador de Rebalsadors, desde donde decidimos bajar por las altas temperaturas.

La bajada se hizo bastante rápida, pasando por la bajada de la font de la Gota y llegar a la pista principal que nos llevaría hasta PortaCoeli de nuevo.
Nos refrescamos y seguimos la ruta hacia casa.



Como siempre buena salida con buenos compis.
¡¡Nos vemos en la próxima salida!!

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El resto de fotos de la salida, las tienes en la galería.
Aquí os dejamos el vídeo de Gerard


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Crónica de Gerard

viernes, 7 de julio de 2017

Els 'moros' de la Marjal


7:30. Hora de quedada con Martín y Rafa en el lugar de siempre,  que es el carril bici de la Vía Verde Xurra.
Empezamos a rodar con algunas gotas cayendo, pero sin peligro a la vista, de momento.
Cogimos el desvío por el camping del Gabri y acto seguido nos cogió la lluvia, que nos hizo acelerar para llegar cuanto antes al bar para refugiarnos y decidir si cambiar la ruta.
Con el almuerzo en el cuerpo y la ayuda del cremaet, conseguimos recuperar unos cuantos grados y, visto el tiempo, decidimos ir a Sagunto.
Desde ahí pusimos rumbo a la Marjal Del Moro y nos adentramos por los caminos interiores. Más que caminos era la pura selva, con esas hierbas altas y cañas.
Una vez conseguimos salir vivos, fuimos hasta la Pobla de Farnals y nos adentramos en la marjal (o humedal), nos encontramos con arena hierbas altas y el camino desapareciendo entre matorrales hierbas altas y cañas, pero nos adentramos y seguimos hasta salir a la carretera.
Volvimos por el camino de "los pescadores" hasta Port Saplaya disfrutando de la vista puesta en el mar, hasta que cada uno cogió rumbo a su casa
Una vez más fue una salida divertida, con risas e imprevistos, pero siempre en buena compañía.
Nos vemos en la próxima salida.

Aquí os dejamos el vídeo de Gerard



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Crónica de Rafa Ferrandis.

jueves, 6 de julio de 2017

La otra cara de la QH


Por segundo año consecutivo me puse en contacto con Chain Reaction para unirne al grupo de mecánicos que realizan las labores de asistencia mecánica en una de las marchas cicloturistas mas importantes de nuestro país por no decir la más importante, La Quebrantahuesos.
En un principio mi primera opción fue participar como cicloturista ya que el año pasado fui  como mecánico y despertó en mí un gran interés, pero debido a una lesión decidí no participar, conservar y volver el año que viene con más posibilidades de terminarla sufriendo lo menos posible.

La semana de la marcha ya notas que algo especial va a suceder: los ciclistas traen las bicis al taller para ponerlas a punto, intercambian contigo sensaciones, piden consejos, nervios, ajustes de ultimo hora, nutrición…
Antes de salir para Sabiñánigo repaso mi lista de herramientas y material, no me gustaría echar nada de menos una vez esté en mi punto kilométrico, ya que es una marcha de carretera, ¡pero en ocasiones parece la guerra! Son diez mil corredores y las averías pueden ser de todo tipo.
Conforme vas llegando empiezas a revivir mentamente todas las viviencias del año anterior, Cuando llegas a Sabiñánigo todo te resulta familiar, no sé si es porque he pensado mil veces entrenado qué tiempo vería en el marcador en el momento de entrar en la meta o porque el ambiente es tan bueno, que me siento como en casa.
Antes de empezar a montar el taller en la carpa de Chain Reaction tenemos un pequeño briefing con el Jefe de mecánicos para coordinar, explicar en planning, repartir material y asignar vehículos a los 14 equipos, compuestos por mecánico y ayudante.


Montamos el taller móvil, este año el nivel de mecánica era muy bueno. Montamos 4 puestos de trabajo y nos fuimos turnando hasta la hora de cenar. Hubo mucho trabajo, a pesar de que en teoría la gente tiene que venir con la bicicleta chequeada,  ya que llevas mucho tiempo preparando la marcha con sacrificio e ilusión y por no seguir un mantenimiento te puedes ver en mitad de la carrera, sentado debajo de un árbol y esperando 4 horas al coche escoba por alguna avería. Entre turno y turno, siempre hay tiempo de intercambiar impresiones con los demás compañeros y cómo no, dar una vuelta por la zona expo, ver novedades, saludar a proveedores, amigos, ver algún exciclista… en fin, empaparte de ciclismo.


Día de la marcha. Seis de la mañana. Al igual que la mayoría de los ciclistas he dormido poco y mal , no sé si por los nervios, la emoción o porque dormir en una habitación con más de 50 personas es raro que nadie ronque.
A las nueve de de la mañana monto mi puesto mecánico; este año espero a los participantes a 4 km de la cima del Marie Blanque. El calor es horrible para ser tan temprano, esta edición ha sido una de las más calurosas según me contaron los más veteranos.
Sobre las diez de la mañana pasa la cabeza de carrera, entre ellos Olano, un gran privilegio ver en acción a toda una leyenda. Cuesta creer que es una marcha cicloturista porque iban apretando; les sacaron más de 15 minutos al grupo perseguidor y después del grupo perseguidor aparece un pelotón gigantesco a un muy buen ritmo.
Ahí fue cuando se acabó mi momento de espectador de lujo, empiezan a llegar los primeros ciclistas con problemas, me pongo los guantes y al lío. Durante tres horas no paré de trabajar, muchísimas averías mecánicas, patillas dobladas, cadenas, platos sueltos, pichazos, cubiertas rajadas, etc. ¡La verdad que me hicieron sudar! En general la gente estaba muy agradecida por la ayuda, y contentos de poder seguir con su objetivo. Perdí la cuenta de las bicicletas que pasaron por mis manos, estaba muy concentrado en el trabajo. Solo levanté la cabeza para mirar a mis amigos que me saludaron al pasar por mi puesto mecánico.


Una vez pasada la guerra, llega el coche coche escoba y recibo el mensaje del Jefe de mecánicos diciéndome que debo ir siguiendo la carrera hasta llegar a meta y ayudar a los ciclistas que necesiten asistencia mecánica en carrera. La verdad es que lo estaba deseando, es como si fueras en un coche de asistencia de un equipo ciclista. Todos sabemos que es una marcha cicloturista pero tanto los que trabajamos en la marcha como los participantes lo vivimos como si fuera una etapa de una gran vuelta.
Conforme avanzamos, vamos ayudando a todo ciclista que necesita ayuda. Hubo muchas más averías que el año pasado, y también me empecé a preocupar porque la gran mayoría pedía agua, vi a un ciclista que estaba siendo atendido porque había perdido el conocimiento, probablemente por las altas temperaturas y también muchas caídas pasando Hozde Jaca (ojalá todos estén recuperados), una zona con una bajada muy técnica en la que se cogen altas velocidades y donde la gente lleva ya muchos kilómetros en el cuerpo.

Llegamos a Sabiñánigo, el pueblo se vuelca con los participantes, toda la recta antes de llegar a la última curva de entrada a meta esta repleta de gente animando. Debe ser emocionante pasar por ahí con tu bici y saber que lo has conseguido, lo es pasar con el coche y saber que has puesto tu granito de arena para hacer que el sueño de alguna gente se cumpla.
Aparcamos el coche y nos unimos a la celebración, ya hemos hecho nuestro trabajo  y nos podemos relajar,  hablamos con los compañeros, nos preguntamos qué tal. Lo  típico, nos vamos a comer la paella con todos los participantes en ambiente festivo y agradable. Cuando estoy en la carpa, con todos los compañeros me aíslo mentalmente y me dedico a observar a los ciclistas. Están contentos, van con sus medallas, están comentando cómo les ha ido la carrera… y claro, te acuerdas de las mañanas de invierno que te levantabas para salir a entrenar con frío, o cuando tus compañeros de trabajo se echaban la siesta y tú aprovechabas a medio día para salir en bici. En fin, todo el esfuerzo que se había hecho con el objetivo de poder acabar la QH y que por culpa de una lesión este año no ha podido ser.


En ese momento las caras de esos ciclistas me empezaron a resultar familiares: estaba viendo ciclistas que habían tenido problemas durante la marcha y ahora estaban con sus amigos y familiares riendo, comentando cómo les había ido la marcha y con sus medallas.  

Sí que es verdad que yo no tengo mi propia historia de la QH como ciclista, pero estoy contento de saber que voy a aparecer en muchas historias de aquellos ciclistas a los que ayudé a continuar cuando pensaban que ya se había acabado la QH para ellos.


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Crónica de Antonio Cámara